Ksawery Pruszyński, En la España roja, Madrid, Alba Editores, 2007, 462 págs., 26,50 euros
UN VIAJE CON SETENTA AÑOS DE RETRASO: un viajero muy especial recorre una España sumida en una situación excepcional.
La voluminosa bibliografía de nuestra gran tragedia nacional acaba de incorporar un importante hito: siete décadas después de su primera edición en polaco, se publica por primera vez en nuestro idioma, En la España roja, relato del viaje de Ksawery (Javier) Pruszyński (1907-1959) a la zona republicana durante la Guerra Civil, entre septiembre de 1936 y la primavera de 1937. Pruszyński —pronúnciese prushinski, con sh suave como en inglés shame— es un autor atípico, un polaco prosemita que luchó contra los nazis en el bando aliado y que murió siendo embajador de la Polonia comunista ante los Países Bajos.
UN VIAJE CON SETENTA AÑOS DE RETRASO: un viajero muy especial recorre una España sumida en una situación excepcional.
La voluminosa bibliografía de nuestra gran tragedia nacional acaba de incorporar un importante hito: siete décadas después de su primera edición en polaco, se publica por primera vez en nuestro idioma, En la España roja, relato del viaje de Ksawery (Javier) Pruszyński (1907-1959) a la zona republicana durante la Guerra Civil, entre septiembre de 1936 y la primavera de 1937. Pruszyński —pronúnciese prushinski, con sh suave como en inglés shame— es un autor atípico, un polaco prosemita que luchó contra los nazis en el bando aliado y que murió siendo embajador de la Polonia comunista ante los Países Bajos.
El interés de los testimonios de viajeros no reside tanto en lo que vieron sino en cómo nos vieron. En el caso de Pruszyński resultan tan valiosos el retrato mismo como el motivo que lo inspira. Interesantísima la entrevista que le hace a Marañón; terribles las pruebas que proporciona de nuestra locura homicida; muy notables sus retratos de la Gran Vía o del frente madrileño.
A Pruszyński le llama la atención la persecución antirreligiosa en la zona republicana. Una sentencia suya, lapidaria: “Las principales víctimas de la Revolución francesa fueron los aristócratas y cortesanos; las de la Revolución rusa, los terratenientes y las de la revolución española, los curas”. Son muy interesantes sus retratos de algunos periodistas destacados en España, o su referencia a un artículo de Margarita Nelken en Claridad quejándose de que los asesinos de Calvo-Sotelo no mataran también a su mujer...
Como sólo conoció la “zona republicana” no pudo el autor deleitarnos con las atrocidades de los nacionales.
Con credulidad inocentona, digna de George Borrow, las páginas de este libro incorporan sin juicio crítico imaginarias batuecas como la leyenda blanca de los nacionalistas vascos o la leyenda negra de Alfonso XIII, pero acierta en sus observaciones sobre algunos aspectos de nuestra mentalidad y los avatares de la política internacional.
Se trata en todo caso de una obra muy recomendable para el tratamiento de la amnesia histórica, un valioso testimonio acerca del que sólo cabe lamentar que no se haya recuperado y editado con anterioridad.
Luis Español
La Aventura de la Historia nº 105, julio 2007, pág. 117
A Pruszyński le llama la atención la persecución antirreligiosa en la zona republicana. Una sentencia suya, lapidaria: “Las principales víctimas de la Revolución francesa fueron los aristócratas y cortesanos; las de la Revolución rusa, los terratenientes y las de la revolución española, los curas”. Son muy interesantes sus retratos de algunos periodistas destacados en España, o su referencia a un artículo de Margarita Nelken en Claridad quejándose de que los asesinos de Calvo-Sotelo no mataran también a su mujer...
Como sólo conoció la “zona republicana” no pudo el autor deleitarnos con las atrocidades de los nacionales.
Con credulidad inocentona, digna de George Borrow, las páginas de este libro incorporan sin juicio crítico imaginarias batuecas como la leyenda blanca de los nacionalistas vascos o la leyenda negra de Alfonso XIII, pero acierta en sus observaciones sobre algunos aspectos de nuestra mentalidad y los avatares de la política internacional.
Se trata en todo caso de una obra muy recomendable para el tratamiento de la amnesia histórica, un valioso testimonio acerca del que sólo cabe lamentar que no se haya recuperado y editado con anterioridad.
Luis Español
La Aventura de la Historia nº 105, julio 2007, pág. 117